Todo
comenzó así...
Aunque celebramos el XXV Aniversario de la construcción
e inauguración de nuestro templo, creemos que es necesario recordar el período
que le precedió.
El 25 de febrero de 1966 los religiosos Barnabitas se
enteran de que en Madrid se necesitaban doscientas nuevas parroquias.
Hacía tiempo que la Congregación deseaba una primera
casa de expansión en España y concretamente en Madrid.
El 20 de marzo de 1967, el Vicario General de la
Diócesis de Madrid ofrecía a los Barnabitas la posibilidad en una urbanización
en el Km. 8 de la carretera de Extremadura.
El 6 de abril de 1967 se acepta el nuevo lugar de la
futura parroquia y nominalmente como de San Antonio Mª Zaccaría.
El 24 de marzo de 1968 pasará a la historia como el
día del nacimiento de nuestra parroquia.
Los PP. Barnabitas tenían su vivienda en el bloque nº
13, portal 68 bajo A, de la Calle Fray José de Cerdeiriña. Disponían del
salón de estar como despacho parroquial. Esto hacía que una romería de
feligreses estuviera pasando todo el día por ese "despacho" para
presentar sus necesidades y ofrecer su colaboración.
Todo lo que anteriormente hemos contado, se consiguió
gracias al esfuerzo y el tesón, la fe y al gran coraje de nuestro querido padre
Luis Origlia. Reuniones, viajes, gestiones y algún que otro disgusto, tuvieron
como fruto la obtención del documento oficial de fundación de la parroquia de
manos de Monseñor Casimiro Morcillo.
No podemos dejar de reseñar como anécdota, que en el
Arzobispado hubo un "pequeño despiste". Los Barnabitas en un
principio debían ir al poblado de Santo Domingo, lindante con el Gran San Blas.
Pero se confundieron con los padres Servitas ofreciéndoles la citada parroquia
y brindando así la oportunidad a los nuestros para venir a la carretera de
Extremadura.
El 28 de marzo de 1968, la parroquia recibió al padre
Carlos Musazzi, que llegado desde Argentina, se incorporaba como primer
párroco. En esta fecha, se celebró la primera Santa Misa en una pequeña chabola
(así la llamábamos cariñosamente) humilde y pobre, construida y
obsequiada por
D. Luis Tirador Posada de la empresa constructora
Jostir. Media doce metros de largo por ocho de ancho y nos parecía una
catedral.
Pero era insuficiente para la cantidad de feligreses
que nos agolpábamos a la hora de las celebraciones, especialmente en la última
Misa de la mañana. Además, tanto el frío como la lluvia o el calor se hacían
sentir y se sufrían dentro y alrededor de nuestra "chabola", pero
la gente la queríamos y soportábamos estoicamente y con amor las incómodas
inclemencias del tiempo.
Y así durante cuatro años, hasta que se pudo llegar a
construir el nuevo templo.
XXV años
caminando
El día 11 de diciembre de 1971,
vinieron de Palencia a Madrid siete padres Barnabitas. Todos estaban muy
contentos de la obra en España. La T.V., en ese día, presentó nuestro nuevo
templo, con la intervención del padre Luis Origlia y el arquitecto Sr.
Lapayesse.
El día 12 de diciembre de 1971,
nuestra caravana parroquial, recordando con cariño a nuestra agradecida "chabola",
dirigía sus pasos a un nuevo
edificio.
La colonia de Santa Margarita
había ya termina-do la construcción de sus bloques. En cambio el Parque Europa
estaba en plena construcción. Los padres Luis Origlia y Carlos Musazzi tuvieron
una entrevista con Monseñor Casimiro Morcillo, para exponerle la acuciante
necesidad de una iglesia parroquial, ante el rápido crecimiento de los dos
barrios. Así, a través del Arzobispado de Madrid, se dio vía libre para la
construcción del nuevo templo, "La Casa de Dios y de su Pueblo". Lástima que D. Casimiro no pudo inaugurar ni
consagrar la nueva iglesia. La última vez que habló con el padre Carlos le
dijo: "Terminad
pronto la construcción de vuestra iglesia, me queda poco tiempo". Y así fue, falleció poco antes de terminar la
obra.
El terreno reservado para la
parroquia, tenía forma trapezoidal. La ubicación era sin duda el centro entre
Parque Europa y Santa Margarita.
Los trabajos de construcción
empezaron con la remoción de la tierra y las excavaciones para los cimientos y
el gran salón debajo de la iglesia. Divergencias surgidas en la obra, llevaron
al cese de la misma por la empresa constructora Jostir, y fue confiada al
arquitecto Ferdinando Lapayesse.
Suficientemente amplia (530 m2),
funcional, sir lujos pero
acogedora y bella. El nuevo templo ofrecía además de comodidad, la impresión de
emprender el vuelo, pues, en efecto, tiene una estructura de avión, que con grandes y poderosas alas, nos
levanto hasta los cielos al encuentro del Padre. El Sagrario del Santísimo,
situado en la capilla pequeña, es muy original. Es un despliegue de mapa-mundi
en el cual están marcados por un punto rojo Jerusalén, Roma y España.
D. Enrique y Tarancón, Cardenal
por aquel tiempo, no pudo intervenir en la celebración eucarística de la
inauguración por encontrarse aquellos días en Santiago de Compostela, con
motivo del fallecimiento del Cardenal Quiroga y Palacios. En su lugar presidió
la ceremonia el Vicario General Monseñor Ricardo Blanco. Estuvieron presentes
el Padre General Barnabita Giovanni Bernasconi, p. Luigi Lavelli (Provincial del
Piamonte), Elpidio Caspani y
Antonio Cozzi, ambos genoveses, p. Alfonso Cárfora, p. Santiago Bonvicini y
los PP. Contricciani, Scotti y Truffi.
Aquel día, la iglesia se veía
espléndida, radiante. La ceremonia duró algo más de una hora con una asistencia
muy numerosa de feligreses que siguieron la celebración incluso desde puertas
afuera. Después, todos los religiosos y sacerdotes junto con el p José Mª
Iruela de Cuatro Vientos, almorzaron en el Colegio de las Hermanas Blancas.
Después de la inauguración de
la iglesia, quedaba otro problema por resolver: la casa parroquial de los
padres. Ellos vivían en un piso de la calle Fray José de Cerdeiriña, cercano al
templo. Vendieron el piso y con la ayuda económica de personas amigas se pudo
construir la casa, siguiendo el mismo estilo de construcción del arquitecto
Femando Lapayesse.
La valla que delimita la
propiedad de la iglesia, tuvo sus desavenencias. Algunas noches se turnaban
en vela observando desde la ventana de la casa hacia el ferrocarril militar,
porque "algunos" deshacían
lo construido en el día. Llegó por fin a construirse totalmente y todos
quedamos tranquilos".
Costó "un
riñón" conseguir la
licencia de obras por parte del Ayuntamiento y "encontrar" el dinero
(975.000ptas.)
a obra terminada, pero con
la ayuda de todos se pudo hacer frente al pago de la misma.
Luego empezaron afanosamente
todas las obras de relleno, porque el sótano se encontraba hueco y los
reducidos despachos no eran suficientes para las actividades parroquiales, allí
había una mezcla de juicio universal: niños que corrían, madres con pequeños
en brazos, novios, mujeres y ancianos con sus problemas... y balones que a
patada limpia entraban por las ventanas, en fin, todo lo impensable entraba en
esa olla.
Utilizar todos los espacios que
estaban situados debajo del por-che de la iglesia, de la capilla y construir
despachos para ordenar el "tráfico" y poder tener un lugar de reuniones y
catequesis fue una..obra de hormigas pero al mismo tiempo de liberación.
La parroquia ofrecía una gran
riqueza. La gente había venido de toda España. Sólo algunos eran madrileños;
los demás habían venido de diferentes provincias como Extremadura, Andalucía,
Galicia y nuestras dos Castillas.
Otro elemento preponderante en
la parroquia, fueron los matrimonios jóvenes. Recién casados, viviendo en el
barrio, surgió de ellos un maravilloso florecimiento de vida y de participación
comunitaria. En poco tiempo, la parroquia, se vio "envuelta en
pañales".
En el transcurrir del tiempo,
la parroquia fue creciendo en "edad, saber y gobierno ; en e poca no muy lejana, aproximadamente
sobre los años 80, el número de catequistas llegó a superar las 100 personas y
las actividades se ampliaron a otros campos en los que los comprometidos
colaboradores trabajaron para niños, jóvenes, enfermos y necesitados material y
espiritualmente.
Los ancianos se vieron también
favorecidos por un club que funcionaba en principio en la misma casa de los
padres, con un ambiente familiar y acogedor. Posteriormente, se habilitaría un
local en la propia parroquia para que con más autonomía funcionara el citado
club.
La parroquia siempre ha tenido
una inquietud "viajera". Lourdes, Jerusalén, Italia, Fátima,
Centro-Europa; y en España, Santiago, Santo Toribio de Liébana y muchos más
lugares han sido motivo de recreo y enriquecimiento cultural de los feligreses.
Por otro lado las convivencias
de cualquier grupo parroquial así como las Eucaristías (con cena incluida)
de fin de curso o muchas veces cuando a la gente le apetece, porque "todo
esto" une mucho, no ha dejado de proliferar. ¡Benditas Eucaristías,
Convivencias y cenas de confraternidad!
También
en el aspecto musical podemos decir que desde el inicio el p. Carlos ya
amenizaba las misas cantando y acompañándose de un nuevo y reluciente armonium. Al poco tiempo, un grupo
de adultos cantaba ya a su alrededor. Más tarde con el p. José se formó el
primer conjunto musical y posteriormente el primer coro de niños que han venido
colaborando en todo tipo de ceremonias religiosas. Actualmente, estos grupos continúan en la
parroquia con una constante renovación y participación.
¡Y la vida sigue!, y los
feligreses de Parque Europa, Santa Margarita y Cuatro Vientos continúan
ayudando, profundizando en la fe, evangelizando y tratand6 de dar
testimonio de un estilo de vida cristiano,
como siempre ha sido en estos veinticinco años.